domingo, 18 de septiembre de 2011

El caos de un destinado mal entendido...

La perfección de la ingenuidad... El escandalo de la vanagloria... Un carnaval de imperfecciones donde la humillación luce ostentosa... La excentricidad de un capricho... El cofrecito de cristal de un sin sentido...
 Y entre el vaivén de las indiferencias... entre el sube y baja de un mar color granate... se posa orgullosamente una dimensión... absolutamente paralela y egocéntrica... 
1, 2, 3, 4, 5, 6. lágrimas que caen de una a una y el reloj sigue su curso minuto a minuto...
Será lo mismo otra vez? un ciclo vicioso, donde los polos juegan a ser quien no son? Un mar de color escarlata donde 30 olas se rompen... abriendo paso a la soledad de un segundo... 
Un vals de compasión o de lástima? en ese hermoso palacio de orgullo... la máscara bufona de la hipocresía quizás?... 
La reina de la culpabilidad posa una corona de oro... El príncipe del dolor posa la corona de plata... y el anhelo es esclavo de los deseos de ambos...
B. Oliva. 2011